Estábamos en febrero, el mes que llaman del amor, yo enamorado como un loco y sin tener con quien pasar San Valentin, entonces en mi cabeza se encendió una idea, este día sera en el cual vuelva a declararme. Comencé a recadar ideas para este día, quería que fuera especial, algo único y que deslumbrara a ella, que demostrara que ella era especial y única. Todas me parecían pocas para ese día, quería que fuera inolvidable, jugármelo todo a ese día. Pero había un problema, ya no la vería mas hasta unos cuantos días después, como hacer para vernos ese día. La probabilidad de tener un encuentro y mas ese día era mínima, así que tocaba pensar en algo para que pudiéramos vernos y quedar. A un amigo se le ocurrió que le mandara un pequeño mensaje a las doce de la noche del 13 de febrero, así seria. Ahora a encontrar el mensaje perfecto para mandarle y hacer que quede conmigo.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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