Hoy la tragedia y la tristeza son los sentimientos que me acompañan, la soledad de una vida sin amor, las lagrimas de este pozo sin fondo en el que mi vida se ha detenido ante la ausencia de esa dulce mujer. Enamorado como un loco, sentimientos que arden en lo mas profundo de mi alma, locuras que ya cometeré, porque ese lucero que guiaba mi vida, se transformo en estrella fugaz y se marcho. Lloro como un niño lo que calle como hombre, ardo en el frió de este invierno en el que me veo metido por una cobardía en la que un te quiero o un te amo tienen la culpa. La sonrisa ya se escondió, como el sol en el ocaso del día, solo espero mi muerte, como lo hacen mis versos en cada soneto sin musa. Se fue la inspiración, las hadas que guiaban mis manos en cada letras, en cada carta, en cada sentimiento que este corazón creaba y luego plasmaba. Adiós mundo, adiós mi amor, aquí se queda este poeta que ayer mismo murió.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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