Ya no hay camino por el que seguir, vereda por la que andar, ni piedra con la que caer. Las flores se marchitaron, las lágrimas se secaron y la tinta de los poemas se cae buscando un lugar mejor. El eco de mis palabras deja un silencio calmado por los suspiros de un llanto desconsolado, que busca una explicación lógica a algo que jamas lo tuvo. Los sueños siguen en mi mente, dando los mas largos desvelos como lobo en luna llena. Me refugio en los recuerdos que aun navegan en mi mente, que intento borrar pero que aun siguen. Cayo mis palabras para no decirle que te marchaste, que no volverás y que esta soledad sera la única que me acompaña.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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