Mis pies caminan sin rumbo, mi corazón golpea en mi pecho como caballo desbocado mientras mi mirada se pierde en el cielo. Busco una señal, algo que me de la fuerza necesaria por la que mirarte a los ojos y decirte lo que durante tanto tiempo he estado sintiendo. Cada esquina, cada calle es una esperanza de que estés tu ahí, de que vuelva a ver esos preciosos ojos castaños que enloquecen mi alma, esos a los que temo porque para mi son el cielo. Te veo y eres pasado, presente y futuro en mi vida, porque no hay día ni noche en la que no estés en mi mente, en mía sueños y desvelos. Te quiero dos palabras que llevan tú nombre seguidos de este sentimiento que invade mi ser llenando de paz y felicidad toda mi vida.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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