El día en que vi tus ojos por primera vez fue aquel en el que mi felicidad tomo sentido, encontré cual seria el fin de esta vida, hacer que no derramen una lagrima. No se si lo habré conseguido, el camino ha sido largo en estos casi seis años, ha habido baches y ratos en el que nuestros pies pisaban pétalos de rosas. Pero de algo si que me he convencido, que en este tiempo me he dado cuenta que no pasa un día sin que me alegre de ver tu sonrisa, que no hay mayor premio que llegar cansado, mirar tus ojos y olvidar todas esas penas que durante el día me han atormentado. Eres la fuente de mi sonrisa, las ganas incansable de sonreír, de estar feliz, eras la razón mas poderosa por la que despertar cada mañana, por la que decir hoy me como el mundo, hoy me he levantado a luchar y lo haré por ella.
Muchos son los días que van en este calendario, tantos que cada uno es un peldaño mas que subir. Pero desde que comencé no ha habido día en que me arrepienta de quererte, de haberme enamorado locamente de ti, es mas eres lo mejor que me ha pasado desde que nací. Doy gracias por tenerte aquí, por verte sonreír, por oírte hablar cada día, porque aunque estés enfadada merece la pena estar contigo.
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