No hay príncipe sin castillo
ni princesa sin amor
al que conquistar el alma
tocando su corazón.
Pocos son los versos
muchas las miradas
en la que fijo mis ojos
en esa mujer amada.
Las horas suman los días
de esta bonita historia
en que mi corazón se alimenta
de su mirada, princesa.
No soy poeta
y mucho menos trovador
solo canto estos versos
por ti mi bella flor.
Apareciste en primavera
como la linda amapola
que alegra nuestras huertas
que a mi alma contenta.
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