No escondo mi sonrisa pues mis lagrimas son mas grandes que la soledad que se ha grabado en mi alma, no soy sueño, sino el desvelo de una noche que no tiene luna, pues el cielo se oscurece en los pasos que hacen que tiemble mi alma mientras en cada pensamiento te nombro. Mi libertad prende de las cadenas con las que me ates a ti, solo me queda cada uno de aquellos pasos que nos han hecho llevarnos a cada mirada, a cada destino, a cumplir esos sueños que hacen que mire al presente sin preguntarme por un pasado que me atormente. Cada palabra es un hueco que se queda en mi alma, un te quiero, un sentimiento que se queda expreso en cada terminación y se hace eco de una locura que nada mas seguirá estando en mi.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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