Se que mis lagrimas no van a cambiar nada, que decir lo que siento ya no importa, quizás nunca importo. Se que cada paso que he dado ha sido inútil, no soy el príncipe que buscas, simplemente un gilipollas que tuvo la suerte de enamorarse de alguien que le hacia mejor la vida. Se que no te merezco, lo tengo claro, pero quizás tampoco merecí nunca ver como se iban los pasos de quien me sonreía y me hacia la vida mas amena. Se que mi tiempo se acaba, que quizás sean días, meses o años, no lo se, pero si que tengo claro que me he llevado algunos buenos recuerdos mientras fue bueno. Jamás entendí porque se cruzaron dos veces nuestros caminos, pero es lo que queda, el paso del tiempo, el paso de aquellos recuerdos que no pudieron dar algunas cosas que pedimos. La vida siempre ha sido buena, unas veces pierdo y ninguna gano pero es así, porque esta vez iba a ser diferente. Esta vez me sentí ganador, al menos supe lo que es amar de verdad.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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