Ni siquiera sabes las veces que te he nombrado en mis sueños, las veces que me he quedado dormido pensando en ti, las veces que he derramado lagrimas siguiendo tus pasos. Me miras y niegas que te haya amado, pero apenas eres capaz de mirar mis ojos empañados, buscar en los recuerdos de aquellas sonrisas, de aquellos pequeños momentos en los que te tuve cerca. Me da igual que los días pasen, que las noches caigan o que creas que ya no te pienso, porque yo siempre he tenido una cosa muy clara y es que ni el tiempo ni el espacio pueden borrarte de mi cabeza. Quizas te sorprenda que alguien como yo se enamore tan locamente, quizás te sorprenda que te diga tantas palabras bonitas, pero lo que no debes de sorprenderte es que dentro de mi hay un alma que siente y ama y que esa te pertenece desde siempre.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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