El silencio de mis lagrimas son las que despiertan el ultimo suspiro que queda en mis pulmones, por un te quiero que entrecortado sale de mis labios mirando a las estrellas que me recordaron a tus ojos. Dios mio, cual grande es este castigo a un siervo que ama a una estrella por mirar al cielo una tarde me enamore y en la noche su sueño atormenta a mi alma. Dios mio, porque esta condena de mostrarme el cielo para dejar desamparado a quien con palabras no supo decir lo que sus ojos, labios y lagrimas gritaban desde la lejanía. Porque Dios mio me enseñaste lo que es amar a una mujer y ahora la apartas de mi camino y no de mi mente. Me enseñaste lo que es la vida, lo que es sonreír sin motivos, lo que es luchar por un sueño y ahora me dejas caer en este abismo. Déjame en el limbo del olvido, haz que pierda mi nombre,que vague por estos mundos ciego, sordo y mudo, para que nada me haga recordar que una tarde de otoño conocí lo mas hermoso de esta vida, la rosa que me hizo amar a la primavera cuando mas frio hacia.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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