Quizas no he estado muy fino con lo que he escrito en mis cartas últimamente, quizás no merezca la oportunidad que pido, quizás este confundiendo un sentimiento que ahoga mis adentros, pero que hace mella en mi vida diaria. Siempre creí que no existiría la mujer que me hiciera sentir débil, siempre creí que esto del amor era un cuento con el que sacar algunas sonrisas, siempre he creído que yo no caería, pero apareces. De la noche a la mañana me encuentro a una mujer que me hace temblar las piernas, que hace caer lagrimas a quien nunca ha llorado, que hace soñar a quien apago sus sueños el día en que nació. Me haces vivir en un mundo que no conocía, me haces pensar en aquello que nunca creí que existía, me hace pensar en que en mi vida lo único que merece la pena es amar a quien apenas conozco.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
Comentarios
Publicar un comentario