En el silencio de mi alma callada es donde se escucha el aullido a la luna, un quejido que mi corazón roto grita al cielo pidiendo la explicación a la estrellas y que hacen que calme mi dolor viendo el reflejo de la mirada de quien tantas veces he soñado. Los versos se queman en mi memoria, los te quiero en mis labios y los recuerdos ahogan en alcohol mi vida mientras digo tu nombre en cada latido de mi corazón. El aire de mis pulmones empujan las palabras que en mi alma se almacenan, los versos de caen de mis folios mientras mis lagrimas llenas de emoción mojan el papel y hacen que se pierda por este mar de locura.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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