En el silencio de mi alma callada es donde se escucha el aullido a la luna, un quejido que mi corazón roto grita al cielo pidiendo la explicación a la estrellas y que hacen que calme mi dolor viendo el reflejo de la mirada de quien tantas veces he soñado. Los versos se queman en mi memoria, los te quiero en mis labios y los recuerdos ahogan en alcohol mi vida mientras digo tu nombre en cada latido de mi corazón. El aire de mis pulmones empujan las palabras que en mi alma se almacenan, los versos de caen de mis folios mientras mis lagrimas llenas de emoción mojan el papel y hacen que se pierda por este mar de locura.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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