Comencé una carta hace unos meses pero en todo este tiempo he sido capaz de juntar la fuerza necesaria como para poder terminarla, aun sigo mirando en el espejo viendo la mirada que en sueños me atormenta, que en mis recuerdos hacen llevar las lagrimas a un alma perdida. Todas mis palabras son el suspiro de un hombre que una vez amo a una mujer, todas mis palabras son el silencio eterno de un te quiero que se escapa cuando pienso en la sonrisa mas hermosa que he visto en mi vida. Amarte ha sido lo mas bello y grande que me ha pasado, contigo he conocido la felicidad, la tristeza, la risa y las lagrimas, y en todo ello ha merecido la pena. No me arrepiento de haberte conocido, me arrepiento de no haber tenido el valor de mirar a esos ojos y decirle mil veces te quiero, de ver tu cara redonda como la luna y no deleitara con los mismos versos que escucharon las estrellas. De eso me arrepiento de mis silencios y no de aquellos momentos que me diste y que hoy son solo mis recuerdos.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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