La amargura de un hombre que sueña con una primavera, el silencio que se hace eco con el viento que lleva sus palabras, los latidos de un corazón rebelde que solo piensa en las veces en que te ha soñado, en las veces en las que te he nombrado, en las veces en que te he querido. Sigo siendo la mirada de un hombre perdido, el te quiero de un poema que nunca tiene fin, el sentimiento de un caballero que se pierde entre la niebla y que solo aparece cuando ve a lo lejos las dos estrellas que lo guian.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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