Querida amiga, tu recuerdo persiste en mi alma como lo hace tu perfume en mi vida. Los te quiero se amontonan en los pensamientos de un poeta que vive en mi, de los versos que se prenden en las noches de eterna soledad, en cada latido vació de mi alma que solo se le ha ocurrido amarte. Mis palabras se hacen cadenas a una imagen, a un sentimiento que nace desde lo mas hondo de mis entrañas y de las que no puedo controlar. Echarte de menos se ha convertido en una de mis manías, en la musa de mis versos, en los sueños mas eternos de un poeta solitario que quiere a una musa que no puede alcanzar. La distancia se hace mella en mi alma, cada silencio solo es roto por el viento que susurra tu nombre y trae de nuevo ese aroma que es inconfundible. La locura habita en mi, llena de palabras eterna que se queman en mi boca que silenciosa espera que tu mirada se haga de nuevo el sol que alumbre mi camino.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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