No puedo exigirte nada, no puedo pedir comprensión cuando ni yo mismo me he entendido, no puedo pedir ahora que me quieras cuando he estado tanto tiempo guardando este silencio. Te quiero y te he querido, dios es testigo de las noches que he pasado en mi ventana en vela esperando alguna señal que no ocurría, o preguntándome si al día siguiente te vería de nuevo y tuviese el valor de decir te quiero. Pero no ocurrió, el tiempo paso y este cobarde callaba lo mas importante de su vida y era el no saber decir te quiero, ahora tras esta larga espera y con el miedo en el cuerpo se atreve, cuando ya es demasiado tarde, cuando seguramente en tu mente ya no este ni su nombre.
Me enamore de ti, de esos ojos marrones que harían temblar al mismísimo faro de San Lucas, que hacen envidiar a esa luna a la que tantas veces le conté mi secreto. Me enamore de ese pelo negro, de ese universo que tienes por cabellera y que ni el mismo universo podría hacerlo tan bello. Me he enamorado de esa cara redonda, de esos labios que tantas veces he soñado con besar, y por los que caería rendido a tus pies. Me he enamorado y no he podido decirte ni una sola palabra.
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