Amor, cada lagrima que recorren estos ojos es un motivo por el que estar enamorado de ti, cada segundo que he pasado a tu vera ha sido un instante de felicidad, que hoy es la tristeza de este ser que te escribe. Son muchas las palabras que he quedado a la sombra de este sueño que un día empezó y del que me despierto. Te he querido tanto que ya no se que es mi vida sin ti, cada segundo te tenia en mi mente, en mis sueños, eras aquello que me daba la vida veinticuatro horas al día. Sin embargo todo ha terminado, yo caído en la tierra con el corazón en la arena preguntándome porque, mientras tu te alejas por tu camino sin alzar tan solo una mirada hacia atrás. No te culpo, fui un mal guerrero, no supe decir ni defender aquello por lo que tanto he querido. Adiós amor, adiós mi vida, si nuestros caminos se vuelven a cruzar, nuestros pasos se volverán a perder por esta senda que nos marca el amor.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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