Se acaban los motivos por los que sonreírle a esta vida, por los que darme cuenta de que sigo pensando en ti, por esos momentos en los que miro a un espejo de cristal sin darme cuenta de que en mi vida algo debe de cambiar. Sigo esclavo de tus ojos, de tus pensamientos que hacen mella en mi, de esos quiero y no puedo y de aquellos versos que jamás escribí. Siento que mis desvelos son para nada, que este amor esta abocado al fracaso que cada paso que de será un paso en un camino que no me lleva a ningún lugar.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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