Háblame de cuentas madrugadas has desvelado los sueños de quien hoy no mira a tus ojos, háblame de quien con palabras dijo aquello que con unas lagrimas gritaba, háblame de quien fue ese hombre que camino tantas veces a tu lado y que nunca pudo admirar tus ojos porque su luz los deslumbraba. Quizás ahora no puedas recordar su nombre, pero el desde aquella lejanía se acuerda de como brillaban tus mejillas en la primavera, de como dabas cada paso, de como era el timbre de tus palabras mientras hablabas, de tus gestos.
Ahora solo le quedan esos recuerdos, pues nunca fue bueno para ti, era un simple mendigo que miguitas de pan recogía del suelo mientras una sonrisa tuya le bastaba para poner el universo a tus pies. Seguro que jamás recuerdas haberlo visto llorar, mirar por la ventana mientras tu te ibas, sentarse en la esquina con el único fin de verte llegar.
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