Hay silencios que valen una vida, suspiros que te llevan tan lejos que no te dejan respirar, sueños que te alejan tanto de la realidad que te da miedo despertar. A mi me ha dado miedo guardar mi silencio, esconderme tras unas palabras que nadie entiende, decirle a mi mirada que cuando cierro los ojos la vida se esfuma entre mis manos. Siento como con cada paso que doy se cae una torre de naipes, un castillo imaginario de una princesa que no esta, una carta que se borra con las lagrimas de aquel hombre que un dia creyo que la vida podia darle algo bueno. Asi es, caida tras caida te levantas, te sacudes el polvo y sigues mirando a esa estrella, esa que no se apaga nunca, esa que hace que tus lagrimas no valgan una mierda y que tus palabras te llamen loco. Pero ahi estas, mirando a un sueño que no se cumple, a cien te quiero que no se dicen, a un verso que se pierde mientras sueñas con lo que mas se aleja.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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