Soy presa de mi silencio, de las palabras que digo de aquellas que callo, de mi silencio eterno, de mis versos que se quedan en mi alma, de los te quiero que se hacen suspiros para que el viento se lleve volando. Siento como tu mirada hace mella en mi asombro, en como mis sentimientos nacen de la nada, en como cada recuerdos invade mi inocencia y hace fuerte al niño que se enamoro. Ciego, camino por los senderos que me marca la vida, sigo los pasos que aparecen en mi sueño, sigo a esa estrella que me ha guiado desde la tarde en que vi tu mirada. Callame, porque en mis palabras hay cientos de recuerdos que prenden la locura, callame con un beso que corte mi aire y me lleve al pasado del que no me quiero ir, calla mis palabras con una simple mirada que haga que tiemblen mis piernas como aquella vez que me besaste por primera vez.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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