Soy presa de mi silencio, de las palabras que digo de aquellas que callo, de mi silencio eterno, de mis versos que se quedan en mi alma, de los te quiero que se hacen suspiros para que el viento se lleve volando. Siento como tu mirada hace mella en mi asombro, en como mis sentimientos nacen de la nada, en como cada recuerdos invade mi inocencia y hace fuerte al niño que se enamoro. Ciego, camino por los senderos que me marca la vida, sigo los pasos que aparecen en mi sueño, sigo a esa estrella que me ha guiado desde la tarde en que vi tu mirada. Callame, porque en mis palabras hay cientos de recuerdos que prenden la locura, callame con un beso que corte mi aire y me lleve al pasado del que no me quiero ir, calla mis palabras con una simple mirada que haga que tiemblen mis piernas como aquella vez que me besaste por primera vez.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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