Ay señor que difícil es seguir los pasos de quien ayer me hizo sonreír, ay señor cuantas son las lagrimas que deben ver en el camino para que mis palabras pueda creerlas, cuantas las miradas perdidas al cielo y los suspiros al vientos para que se de cuenta de que no hay nada que mas quiera. Cual ha de ser mi silencio para que en mi alma haya un rayo de sus ojos, para que en mi mente haya un hermosos recuerdo que ni el tiempo consiga borrar. Señor dejame mirarla por ultima vez a los ojos, que por ultima vez pueda sentir lo que en mi mente he podido tener, dejame que mis latidos callen lo que mas quiero y amo, lo que mas necesito, lo que mas pretendo en esta vida.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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