Ha llegado el momento de que sepas lo que hay en mi mente y mi corazón, de que sepas que cada lagrima que he derramado es una palabra de mi alma que lleva tu nombre y la que no hiciste caso. Quizas no sea yo el que no te merezca, sino quizás seas tu la que no mereces a una persona como yo. Mi vida dejo de tener sentido en el momento en que te conocí, para seguir tus pasos, daba igual que miraras atrás o siguieras delante porque a cada paso que tu dabas yo te seguía. Cuando caíste fui el primero en acercar mi mano para ayudarte a levantar, te aupé en mis hombros mientras con tus pies pisabas lo mas valioso que he tenido. Pero jamas me rendí, miraba a las estrellas y me decía que siempre habría un mañana mejor. Me acosté muchas veces pensando en que mi sueño se podría hacer realidad, sin embargo no ha habido mayor pesadilla, mayor derramamiento de lagrimas para que tu sonrisa jamas quedara impregnada. Pero me da igual, yo reconozco que mi amor se esfumara con mi vida, se que te seguiré nombrando en mis sueños y que en mi resuello se escuchara tu nombre como mi ultima palabra, solo para que sepas hasta donde te he amado.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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