Ha llegado el momento de que sepas lo que hay en mi mente y mi corazón, de que sepas que cada lagrima que he derramado es una palabra de mi alma que lleva tu nombre y la que no hiciste caso. Quizas no sea yo el que no te merezca, sino quizás seas tu la que no mereces a una persona como yo. Mi vida dejo de tener sentido en el momento en que te conocí, para seguir tus pasos, daba igual que miraras atrás o siguieras delante porque a cada paso que tu dabas yo te seguía. Cuando caíste fui el primero en acercar mi mano para ayudarte a levantar, te aupé en mis hombros mientras con tus pies pisabas lo mas valioso que he tenido. Pero jamas me rendí, miraba a las estrellas y me decía que siempre habría un mañana mejor. Me acosté muchas veces pensando en que mi sueño se podría hacer realidad, sin embargo no ha habido mayor pesadilla, mayor derramamiento de lagrimas para que tu sonrisa jamas quedara impregnada. Pero me da igual, yo reconozco que mi amor se esfumara con mi vida, se que te seguiré nombrando en mis sueños y que en mi resuello se escuchara tu nombre como mi ultima palabra, solo para que sepas hasta donde te he amado.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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