Esto lo escribí hace ya unos cuantos meses pero no me había atrevido a mandártelo, quizás por el miedo a que dirías, o por miedo a perder a alguien que no esta. He escrito un millón de veces tu nombre en mis papeles, esos que se mojan con mis lagrimas cuando pienso en ti, esos que solo conocen las cosas mas hermosas de la mujer que una vez ame. Se que algún día me daré cuenta de que no era el tiempo o el lugar, pero seguirás siendo esa persona que me hizo tan feliz en tan poco tiempo. Contigo comprendí que en la vida hay mil razones por las que sonreír, mil razones por las que ser feliz, mil razones por las que solo se debe mirar hacia atrás y esbozar una sonrisa. Se que esto son solo palabras de un loco, un tipo que no supo decir a tiempo lo que sentía y que lo escondía tras una mascara que no tapaba nada. Pero quiero que sepas una cosa, que ni el tiempo ni el espacio podrán borrarme tu nombre de mi corazón.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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