No hay mas silencio en en las miradas que cuando cierro los ojos y te imagino frente a mi, cuando miro al cielo estrellado y lo que no puedo encontrar nada que brille como lo hacen tus ojos. Mis desvelos son el fruto del te quiero que se queda en el alma dolorida de un hombre que ama a quien no lo ama, una mujer increíble que nace de un sueño y que permanece en la sombra de los te quiero en el que nadie puede encontrar. Sus ojos dos rubí que brillan en lo mas hondo de la mente despierta del poeta que muere de amor, sus labios el acantilado del que salen las palabras que matan el alma de los versos que una tarde se compuso, su pelo azabache como la noche que nos cubre, embruja y nos deja en el éxtasis de un amor prohibido. Sus palabras son el silencio eterno de los versos que compuse, de los sentimientos que una vez afloraron en mi, de los te quiero que se quedan en mis labios y que por miedo no me atrevo a decir.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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