En el silencio de la tarde mas hermosa nace el corazón rebelde, ese que sin querer dice piropos al alba con la única escusa de que en el se encuentran los te quiero mas insospechados, los versos mas profundos, los te quiero que nunca se han dicho y que siguen en el limbo de un alma herida. Cada minuto que pasa en esta tarde es un segundo que se pierde en la locura de un hombre enamorado, en los te quiero de un quiero y no puedo, en el sentimiento eterno de un poeta que llora desconsolado por esa mujer que se marcho y que ya jamas volvió. Las palabras se hacen eco de algo que ha perdido, de algo que ya no volverá, de algo que aunque quiera no llegara a ser mas que recuerdos en una tarde.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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