Tengo muchas que decirte, pero sinceramente no me atrevo a confesarte nada, me da miedo perderte, pero temo la mirada de tus ojos reflejados en los míos, temo la soledad de la noche, pero no me atrevo a confesarte que eres el sueño de mi vida. Te he amado cada momento de mi vida, cada segundo de mis días que te he nombrado en mis sueños, cada segundo de mis días que salen de esta noche eterna y que te nombras cuando estas ausente. Mi sonrisa esta en la presencia de la tuya y mis lagrimas en la ausencia de tu sonrisa, porque mi vida termina en el momento que no te vea sonreír. El silencio de mi alma calla los deseos incosumibles de mi cuerpo, mi vida prende la llama de un futuro que vive en un pasado que soñó una tarde perfecta con la presencia de los ojos mas hermosos, la sonrisa mas brillante y la mujer mas hermosa que existe en este universo. Me callo cuando tus palabras salen de tu boca, cuando tu mirada fija entra en mi cuerpo, cuando el roce de tu aliento toca mi cuerpo y me estremezco como hombre enamorado.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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