Me doy cuenta de que en mi silencio la luz cae en la tarde mas oscura, mi alma llora desconsolada por cada te quiero que no sale de tus labios, por cada mirada perdida de tus ojos que no se posan en los míos. Mis versos se quedan sin su musa, mis palabras callan el llanto desconsolado de un hombre que mira a la luna y ve la cara redonda de aquella muchacha de ojos castaños, aquella niña que enamoro a este loco y que desde entonces ha tenido las mil razones para sonreír. Los latidos se pierden en el arrullo de este rió de lagrimas, de este cauce que moja mis hojas y que hace que mis papeles se queden esperando la musa de mi alma. Los te quiero se guardan en una memoria que solo tiene viejos recuerdos, que vive de imágenes del pasado, que sueña con tener la locura de un hombre que nacio en el ayer y que vive en el mañana.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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