Cuando miro al cielo lo primero que veo es que mi alma te pertenece, que en mis sueños solo hay dos luces que me guían como el velero se guía por la brisa de la mar, que mi alma sigue ciega a la mujer que una tarde de otoño grabo a fuego su nombre. Nunca he amado como te amo a ti, nunca nadie significo nada como lo haces tu, nunca un te quiero se perdería en los sentimientos de este poeta que dice a las musas que como tu, ninguna. Te he amado, querido, soñado y aun así te veo demasiado lejos, te veo alejada de mi alma, de mi corazón, de cada sentimiento que este hombre pierde en una simple frase. Podría rellenar cientos de hojas, miles de versos diciendo lo bella que eres, pero eso no importa, porque tan solo una de tus sonrisa me enamoro y jamas podre olvidara.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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