En el cielo estrellado se pierde en la oscuridad de una noche dos luceros que guían al pobre pastor. Su alma en pena ciego de este amor rotundo cae en el sueño de esa musa que roba los momentos mas eternos, los versos mas profundos y la vida mas eterna. Cada suspiro lleva la silaba de esa muchacha, esa cara redonda y pelo azabache que en la sonrisa mas bonita encuentra la paz este hombre que por los caminos del señor anda. Los te quiero se escapan entre cada murmullo de ese rió que lleva las lagrimas de aquel que echa de menos a quien un día le robo un te quiero perdido en los sueños. Amarla es lo unico que puede hacer, pensarla y soñarla son los únicos sentimientos que este pobre hombre tiene en el corazón mas eterno.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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