En el cielo estrellado se pierde en la oscuridad de una noche dos luceros que guían al pobre pastor. Su alma en pena ciego de este amor rotundo cae en el sueño de esa musa que roba los momentos mas eternos, los versos mas profundos y la vida mas eterna. Cada suspiro lleva la silaba de esa muchacha, esa cara redonda y pelo azabache que en la sonrisa mas bonita encuentra la paz este hombre que por los caminos del señor anda. Los te quiero se escapan entre cada murmullo de ese rió que lleva las lagrimas de aquel que echa de menos a quien un día le robo un te quiero perdido en los sueños. Amarla es lo unico que puede hacer, pensarla y soñarla son los únicos sentimientos que este pobre hombre tiene en el corazón mas eterno.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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