Hoy es un dia como muchos otros, tan solo cambia el paso del tiempo, el ver caer las hojas de los arboles, el ver pasar a la gente por la calle y darte cuenta de que te falta algo. Las horas se suman para contar los dias, los dias para los meses y los meses para los años, mientras yo sigo sentado en aquel dia en que te dije adios por ultima vez, en aquel dia en que vi tus ojos por ultima vez, en aquel dia del que ni puedo ni quiero olvidarme. Te echo de menos, eso lo sabes, igual que sales que aunque te separen cientos de kilometros te sigo amando como cuando estabas cerca. La distancia no ha conseguido que te olvide, tan solo aviva los pocos recuerdos que me dejaste. Quizas hable la melancolia, quizas las palabras de un viejo que sentado en una silla ahoga sus penas en alcohol con la unica esperanza de que al terminar el vaso vuelva a ver a quien tanto ama.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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