Otro nuevo amanecer en el que no despierto a tu lado, otro sueño que termina al despertar y abrir de nuevo los ojos, otra vez el deseo inconsciente de tenerte cerca me ha sacado una sonrisa que emborronan las lagrimas de la realidad de mi soledad. Los pensamientos me asfixian en esta cama en la que echado miro las ultimas estrellas mientras el sol raya el alba, la poca cordura que me queda de nuevo se hace locura imaginando tu rostro en este cielo que me contempla. Mis palabras se hacen eco del silencio de este nuevo amanecer, de este quiero y no puedo, de este hombre que sigue mirando al cielo escondiendo los sentimientos tras los versos que no ha podido escribir. Cada segundo que me aparto de ti es un golpe en mis sueños, cada latido que falta de tu lado es un golpe a este sentimiento que muere como lo hacen las amapolas en el trigal en pleno verano. Los sueños se desvanecen frente a un sol de justicia que apaga de nuevo mi alma y deja los te quiero en el cajón de los recuerdos olvidados.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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