Atardece en este valle, en este pozo de recuerdos de un amor eterno, en este baúl en el que se escribe con mil palabras el nombre de ese amor al que siempre he callado. Cientos de recuerdos, una sola mujer que me dice susurrando al oído, te quiero mas que ayer, te quiero desde esta mañana que amanecí con tus ojos hasta que vuelva a cerrarlos y sueñe contigo. Princesa, aquí no hay un príncipe, ni tampoco un poeta, solo un loco que no supo decir te quiero en tiempo correcto, que no supo decir las palabras me gustas a su dulce doncella y ahora vaga por estos mundos pensando en ella.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
Comentarios
Publicar un comentario