Silencios que arden en la profundidad de este alma que te busca en los ojos que hoy lloran desconsolados por tu ausencia. Palabras, todas aquellas que no te dije, que son el motivo por el que hoy no estas a mi lado. Versos escritos con la sangre que corría por mis venas, con la única inspiración de pensar en ti, en esa mujer que un día robo mi corazón y desde entonces es la razón mas fuerte por la que vivir. Así derrumbado, como las ruinas de aquella ciudad que llamaron Troya, asi me siento, lleno de escombros, buscando en lo mas hondo de mis pensamientos una razón por la que seguir este duro camino que me ha hecho caer. Despertar de esta pesadilla en la que tu no estas, en la que tu falta es mi martirio, mi castigo del infierno por haber amado a un ángel.
Pero de algo estoy seguro, que ni la distancia ni el tiempo pueden ser la goma que borre los sentimientos que un dia grabaste a fuego, que en mi lecho de muerte tu nombre serán las cuatro ultimas letras que pronuncien mis labios. Asi con lagrimas en los ojos y sin razón por la que caminar, este caminante se sienta a esperar a esa bonita piedra que un día lo hizo caer y enamorarse.
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