Paseando por estas calles, en las que los adornos me recuerdan que ya es navidad, que se acercan esas fechas en las que echarte de menos es mi condena. Ya huelen, ese ambiente de la gente un poco mas feliz, un poco de armonía, mientras yo me marchito como esa rosa de San Valentin que no toca el agua, y así continuo con esta vida. Sin embargo estas fechas son mágicas, quizás se acuerde de mi, o tal vez sea como ese ser gordito que trae regalos a todos menos a mi. No hay lagrimas en los ojos, las ultimas hace mucho que se fueron, mucho que mis ojos ya no las conocen, sin embargo no he vuelto a sonreír desde aquella tarde en la que tu ultimo adiós, hirió de muerte mi alma.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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