Sentado en la penumbra de esta noche, leyendo versos que escribí con las lagrimas que brotan de mis ojos, con mil y una razones por las que decir te amo. Aquí en esta noche fría, contando a la soledad de la luna mis tristezas, las razones por las que reír y cantar se han convertido en puñales que atraviesan este corazón. La locura que produjiste ahora es la fiel cordura que me acompaña, en la soledad, en la oscuridad, en este camino que tiene inicio y no tiene fin. Solo recorro mis mente en busca de esos recuerdos, de esos momentos en los que fui el hombre mas afortunado de la tierra, tan solo porque estabas junto a mi. Y hoy soy solo una sombra de lo que fui, un espíritu que vaga por los senderos en los que la pena y amargura son sus cadenas, los recuerdos su rumbo y su tristeza su cantar.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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