Me escondo entre las lagrimas y los sollozos de un niño creyendo que en la noche mas oscura la luna me devolverá aquellos brillos que una tarde vi en tu cara, me escondo en el silencio de la cobardía de aquel que mira a su espejo y no ve mas que reflejos de una sonrisa que se debe de esconder tras un amor, me escondo con el dulce pensamiento que la vida sigue mientras siga atado a tus manos. No hay palabras de consuelo para quien con miradas perdidas se niega a seguir adelante, no hay motivos que me hagan seguir escondido en una esquina mientras mi deseo es compartir nuestra vida juntos. Pero he roto el miedo, miedo a perder aquello que no he tenido, miedo a no saber que me pierdo en cada momento, miedo a no ver las dos sonrisas mas hermosas que existen en este planeta.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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