¿Acaso sabes cuantos silencios se rompen en cada uno de mis pensamientos cuando tu nombre suena en mi cabeza y altera mi alma? ¿Acaso sabes cuantas lagrimas han corrido por mis mejillas pensando en que no debe ser mas que una locura el haberte conocido? Quizas no lo quieras entender, quizás solo sepas que en mi vida hay un amor y que es la locura la que me atormenta en cada uno de mis pasajes. Lo siento si no puedo hacerte feliz, si no uso esos zapatos caros, ni gemelos, ni camisas con corbatas y pañuelos, si visto con unas simples zapatillas, si me gusta dormir mirando a las estrellas rodeado de pasto. Siento que no duerma en billetes, que no pueda comprarte el mundo, que en mis ojos no veas el color del oro sino solo el reflejo de una sonrisa que sale de un sentimiento. Da igual lo mucho a lo que aspire, pues nunca podre ser lo que deseas, ya que soy un humilde siervo a las orden del cielo y tu eres la estrella que aparece para decirme que debe de ser especial subir arriba.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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