En cada uno de mis lamentos hay un silencio que se hace eco entre los versos que no he recitado nunca, en cada uno de mis sueños siempre hay una imagen que se repite, un te quiero que no se dice, un silencio que hace que merezca la pena ser vivido. Amarte es darme cuenta de que en mi alma hay cien pensamientos que hacen que la vida cobre sentido, que haga que cada te quiero se quede en el olvido, que cada sentimiento siga mirando a una nave en el cielo que me lleve a las estrellas. He dejado que sea mi mirada la que en el infinito tenga mas de un millón de razones que hagan posible que la vida merezca la pena, he dejado que sea mi amor el que hable y que calle mi vida en cada esquina. No serán mis palabras las que salgan de mi boca, sino la fuerza de cada latido la que hable en cada centímetro que separa nuestros deseos.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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