Es el alma el que hace especial las palabras, el que convierte los gestos en recuerdos que nunca se olvida, el que da la esperanza a esos suspiros que llegan en las tardes en las que ves el ocaso de un día que ha tenido poco sentido. La vida me sonríe, al menos eso me dicen, quizás el tener las manos llenas y el corazón vació debe ser de gente que tiene que dar gracias. Por mas que escribo un nombre, lo único que tengo son recuerdos de un pasado que quedo atrás, sueños que se esconden en una almohada empapada de las lagrimas de aquel que solo ve momentos que sueñan. Te das cuenta de que aunque lo tienes todo, te has quedado sin nada, sonríes por fuera pero la vida sabe que en cada sonrisa se esconde un llanto que no merece ser mostrado. Aunque has tocado el cielo, sigues estando en el infierno, mirando como se quema el alma, mirando al cielo por cada sentido que se pierde diciendo lo que no se atreve uno a mirar. El pasado se fue, el futuro jamas llegara mientras en un presente incierto sigo pensando en aquella mujer que un día se fue.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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