Cuando he escrito estas palabras aun tenia las lagrimas en mis mejillas, con ellas he mojado este papel y por ello quizás cueste mas entenderme. No se si son las ganas de verte, las ganas de hablarte o simplemente la rabia que se acumula en mi por no poder despedirme las que me han hecho escribir esto. Se que mi silencio vale poco, que mis letras son solo un patrón de esta carta de amor que se escribe sola y que hace que merezca la pena seguir. Hace unos días volví a tenerte en mis sueños, esos en los que siempre te tienen presente, esos en los que me doy cuenta de que eres lo mejor que me ha pasado. En todo este tiempo siempre te he tenido presente, siempre has sido ese pensamiento que cierra mi día y comienza mi sueño. Quizas nunca he sabido decir lo mucho que te apreciaba, lo que mucho que te amaba, pero se que mi fuerte no son las palabras. Me he extendido mas de lo que creía, quizás porque al ser tu hace que esto merezca la pena, quiero que sepas que no habrá distancia ni tampoco tiempo que hagan que me olvide de ti. Solo espero que cuando leas estas palabras al menos recuerdes algo de mi.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
Comentarios
Publicar un comentario