En el silencio del alma cansada, en el silencio de las palabras que ya no tienen sentido se esconde los te quiero de un mundo que no lleva a ningún lugar, unos recuerdos que hacen que mi silencio cobre sentido, un te quiero que se expone en un sentimiento que no es escondido. Cada pensamiento es un ápice de locura que se desliza por mi alma, que sale vivo, que se esconde en el lugar donde nadie puede verlo. Las lagrimas dibujan en el suelo la figura esbelta de aquella morena de ojos castaños que robo mi alma e hizo prisionera la poca cordura que había en mi. Cada te quiero se queda escondido en las palabras que se esfuman mientras miro en mi interior buscando que ya nada dejara de ser igual. Miro desconsolado y me doy cuenta de que los versos se escriben solos, de que mi alma puede vivir y morir, de que tu eres lo que mas he amado y eso no lo cambian ni el pasado ni el presente. Da igual que pasen un segundo o mil años porque nada puede hacer que tus recuerdos se esfumen de mi memoria, como lo hace tu perfume en el ambiente.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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