He pensado muchas veces sobre ese ultimo mensaje, esas palabras que cierran un ciclo, esa locura que se prende cuando en un extremo ardiente solo hay una imagen y siempre la intentas rescatar. He dicho mil veces lo siento, no ha servido para nada, mas para darme cuenta de que en esta vida el único loco es el que esta aquí. He mirado a ese espejo vació cada mañana viendo siempre la misma mirada perdida, he escuchado aquellas canciones que sin sentido me han sacado una sonrisa y que son las responsables de lo que siento y vivo. Cada despertar he dado gracias por haber tenido la oportunidad de conocerte, pero no he preguntado al cielo porque te has marchado, quizás porque una parte de mi sepa la respuesta. La rutina se ha vuelto normal, me hace pensar en aquellos momentos que vivo, en aquellos momentos en los que sueño, en aquellos momentos en los que me siento libre, pero sigo pensando en ti. Esta tarde me ha recordado a la primera de esta historia, a esa en la que la brisa se llevaba las hojas de los arboles, a esa que es la culpable de que mi cabeza quiera olvidarte y mi corazón grite mas fuerte tu nombre.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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