Tengo el alma cansada, los suspiros dañan la poca vida que queda en mi, tu recuerdo se mete en mis venas y llegan a lo mas hondo de mi corazón haciendo que se grabe tu nombre con letras de sangre en mi cerebro. Mis neuronas se unen formando tu rostro, cada conexión me acerca mas a ese subconsciente que prende la llama de lo que unos llaman amor y otros deseo. Se apagan las pulsaciones de un corazón mientras se entrecortan mis respiraciones, quiero pronunciar tu nombre pero mi boca lo tiene prohibido. Camino por el lado opuesto de lo vivido, soy el recuerdo viviente de un amor eterno que se cae por los rincones de un te quiero y que vive pegado a ti. Mis palabras salen del murmullo incesante de los versos que se queman en el fondo de mi cerebro, mis ojos recrean la tarde en que te tuve presente, esa que ni puedo, ni quiero olvidar. Solo soy un puñado de recuerdos, un montón de conexiones nerviosas que prenden la llama de un amor que no ha encendido y que sigue vivo en todo nuestro ser.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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