Llega ese momento del día en que al mirar a la luna ves a la mujer que amas,esa cara redonda que solo ella tiene, ese brillo en los ojos que solo los astros pueden tener, ese pelo azabache que me recuerda a la noche mas oscura. Con el silencio comienzan los versos a ser el murmullo del viento, el susurro de un lobo que mira a la luna, la melodía de quien en su corazón lleva impreso una imagen junto a un nombre y un te quiero. Se pierden en los momentos mas únicos los recuerdos que me llevan a vivir la dulzura de un día, los momentos en los que ese sueño de antaño se hace realidad y puedo beber del néctar de tus labios. Los piropos se quedan cortos para esta dama, los te quiero es un sentimientos vació que juega dentro y que cabe en el alma de un hombre que nace de un te quiero perdido. Amarte es mi locura, una locura que he vivido desde el segundo en que te conocí y que en esta noche que nos envuelve se compone de los te quiero mas dulces.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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