Dios sabe que he intentado olvidarte, que cada lagrima que ha corrido por mis mejillas se ha llevado uno de los recuerdos, pero cada noche vuelven, se almacenan en mi mente y no los puedo borrar. Me pregunto mil veces al día porque no puedo quitarte de mi cabeza, porque eres esa persona que en tan poco tiempo se ha metido en mi corazón y ha puesto mi vida patas arriba. No he podido negar que sienta algo por ti, que cada instante sea algo que recordar, que cada noche seas un sueño que al amanecer se esfuma como lo han hecho las esperanzas de poder estar a tu lado. Sin embargo aquí sigo, pensando en que no hay nadie como tu, que cada instante que he estado a tu lado ha sido mágico y que ni cien vidas que viva podría encontrar alguien como tu. Se que la lejanía debería de ayudar, se que el tiempo también, pero aun pasando los años y que nos separen cientos de kilómetros yo sigo teniéndote en mi mente. Eres ese bonito sueño del que quiero ser prisionero y que me lleva a una parte de mi que es única, donde quiero vivir y de la que no me quiero separar.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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