Para dedicar a una mujer especial

Esta tarde me puse a escribir y no me salen las palabras, tengo tantos pensamientos que se anudan las letras en mi cabeza y soy incapaz de impregnar lo que me esta pasando. Escucho baladas en mi mente, rumba en este pecho que alberga ese corazón que golpea con tanta fuerza que quiere salirse. Pero sabes una cosa, que por mucho que piense, por mucho que pasen los días, se conviertan en meses y la suma de meses en años yo seguiré aquí, queriéndote como nadie te ha querido, intentando que tu sonrisa jamas se borre, que cuando vayas a caer mi mano sea la primera que tengas para levantarte. Sabes porque, porque estoy enamorado, si enamorado de ti, sueño contigo noche tras noche, me tiemblan las piernas cada vez que escucho tu nombre y se me pone una sonrisa estúpida cada vez que pienso en ti. No se si es amor o que estoy de loquero, para que me encierren, pero quiero que sepas una cosa, desde que te conocí no ha habido sonrisa que me alegre el día mas que la tuya, que una lagrima que

Recuerdos de este amor perdido que me esta llevando a la tumba por un olvido que nunca llega de esa noche que entraste en mi alma. Sueños eternos en mi mente que rompen mi paz interior llenando de besos apagados que nunca me diste. Corazón que se ha hecho pedazos como un cristal golpeado ardiendo mi alma intranquila en cada noche de luna llena. Brillo de los luceros que aun están en mi mirada que con lagrimas en sus ojos apagan cada resto de tu cuerpo. Dolor penetrante en este alma incinerada de un amor loco que apareció una tarde de otoño y no llego a su primavera. 

No se como empezar, ni siquiera como terminar, de lo único que estoy seguro es que en cada letra que puedas leer saldrá de este estúpido corazón que lleva tu nombre escrito desde la tarde en que te conoció. Muchos son los días, meses que han pasado desde aquella primera vez, en la que tus ojos se clavaron en mi mente y ahora no puedo olvidar, no dejan que mis sueños  queden oscuros, ya que esos dos luceros los iluminan como una luna llena. Me enloquece cada palabra que sale de esa pequeña boca, me muero por escuchar un te quiero, un me gustas o un te amo que salga de esos labios.  Sabes lo que es cada noche escuchar un te quiero en mi cabeza que se repite una y otra vez, y las veces que me arrepiento de no adornarte día tras día con flores y esas palabras que mueren en mi interior porque no tengo los cojones suficientes para gritarle al mundo entero que te quiero, que te amo, que la puta única razón por la que me levanto tiene nombre y apellido, que mi sonrisa y mis lagrimas

Noche silenciosa, tanto que puedo oír tu respiración, el latido de tu corazón, como se acelera cada vez mas en cada segundo. Susurro en tu oído, aquellos que nunca escuchaste, los te quiero que incineran mi alma, que duermen mis desvelos y callan mis palabras. Aquellos besos se hacen eternos en los que la dulzura de tus labios dan de beber a los míos, sedientos como un día en el desierto y esperando esa miel que solo tu puedas darme. La locura se hizo pasión, puedo oír cada suspiro que sale de mi, cada bocanada de aire que entra en mis pulmones con ese aroma a princesa de cuento de hadas. Mi imaginación no tiene limites, y si los tiene los ha sobrepasado, con cada caricia, con cada beso que se desliza en tu cuerpo. Mi cordura no existe, la locura se ha apoderado de mi, ya no distingo entre lo real y lo imaginario. Puedo sentir como nuestros corazones laten a la par, como las respiraciones se compenetran una y como beso a beso mi cuerpo se estremece.

Empece escribiendo las entradas en este blog para alguien muy especial, para esa mujer que conocí un 19 de octubre de hace ya unos años, una tarde casi de otoño, donde el marrón de sus ojos cautivo mi alma desde el minuto uno. Recuerdo la hora exacta donde toque el cielo por primera vez, la primera palabra que salio de tu boca e incluso la primera sonrisa que vi en tus labios. Las noches comenzaron a ser el sueño eterno donde noche tras noche entras en mi cabecita, y el brillo de esos dos luceros que tienes como ojos alumbran mi camino. He derramado mil lagrimas y quizás hasta mi ultima gota de mi sangre en cada poema y letra que he escrito para ti. Desde el primer momento fuiste especial, llenaste mi vida con algo inesperado, diste sentido  todo  mi amanecer y a mi anochecer. Hoy no ha cambiado nada, tu sigues siendo la mujer mas especial de este planeta, esa que con una de sus sonrisas puede cambiar todo mi ser. Yo sigo estando locamente enamorado, sigo escribiendo palabras

Todo comenzó con una palabras, una vistazo a esos ojos que robaron la poca cordura que tenia mi cabeza loca. No recuerdo ni donde ni el porque, lo único que se es que cuando tu estas cerca mi mundo se hace una sonrisa, todo me parece bien, ya puedo tener el día mas hijo de puta que haya que tu con una simple mirada puede cambiarlo por completo. Todo tiene un principio y un final, el principio no se cual fue, no se el segundo en el que entraste en mi mente y me convertiste en la persona mas feliz de este mundo, alguien capaz de comerse el mundo a bocado si hace falta, moverlos o bajar las estrellas si eso te hace feliz. Días han pasado desde aquella vez que te vi por primera vez, pero sin embargo yo sigo siendo igual que aquella tarde, sigo mirando a tus ojos y temblando mi voz, sigo pensando palabras que no saldrán de mi boca, quizás miedo, no lo se, lo único que se que las princesas necesitan un príncipe y yo aun no he llegado a renacuajo. Pero nada de esto importa sabes

En esta noche que comienza este corazón late mas fuerte con cada letra que escribo en este lado del amor. Princesa con cuerpo de ángel sonrisa que alumbra como el sol corazón tan grande como catedral y alma tan bonita como rosa. Flor de este jardín que embelleces este jardín llenado de luz mis noches y de aroma mi nariz. Locura de este cuerpo enfermo de la pasión de tus labios de la luz de tus ojos que enamoran mi alma. Bella como una noche de luna llena sin estrellas en el cielo tan solo dos luceros que alumbran toda mi vida.