Son tus palabras los clavos que me atan a esta cruz, son tus ojos la luz que seca mis labios y que impide que mis lagrimas caigan por mi rostro mojandolos de nuevo. ¿Que sera del olvido sino conozco mas que tus manos acogiendo mis palabras?, pues un alma que se cae en los brazos del averno esperando que su fuego queme cada uno de esos sueños que compartió con quien hoy castiga con desprecio un sentimiento que me ha mantenido vivo. Derrama mi sangre sobre el papel y veras como cada gota de ella compone esa carta de amor que mis palabras silenciaron durante tanto tiempo.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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