Por mis palabras sabrás que con mi sangre escribí tu nombre en mi alma, me castigo cerrando los ojos para imaginarme un mundo en el que no te conociera. Cosa imposible pues en mil vidas que yo naciera siempre habría en mi alma ese nombre que hace posible que siga mi vida adelante. Fuiste mi alegría y también el río de mis lágrimas pues no hay noche sin amanecer. Escribo en el aire con suspiros lo que la música que escuche de tus labios hace mirar en mis adentros aquellas palabras que jamás pude decir a tus ojos las veces que he de mirar fuera de mi.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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