No hay mayor silencio que el que dejan cientos de palabras de mi boca, ni mayor orgullo que el que dejan los te quiero que se quedan en mi alma clavados. No hay locura mas grande que la que encuentro en seguir tus pasos cuando en tu mirada solo hay un camino que es el de seguir adelante. Lo siento si mis palabras no soy mas dueño de aquello que jamas he tenido, ni mi silencio calla mas palabras que lo hacen en mi alma porque en mi castigo hay cien te quiero que no lo hacen mi vida. Se que cuando escribo estas palabras lo hago desde el pasado, desde algo que me llevo a la locura, desde algo que inicio mi alma y la encadeno a algo que no controlo. Siento que mis palabras sean mas tardias que tempranas, pero el miedo me hizo que ellas se quedaran conmigo hasta que al mirar mis ojos perdiera ese miedo.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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