No hay mayor silencio que el que dejan cientos de palabras de mi boca, ni mayor orgullo que el que dejan los te quiero que se quedan en mi alma clavados. No hay locura mas grande que la que encuentro en seguir tus pasos cuando en tu mirada solo hay un camino que es el de seguir adelante. Lo siento si mis palabras no soy mas dueño de aquello que jamas he tenido, ni mi silencio calla mas palabras que lo hacen en mi alma porque en mi castigo hay cien te quiero que no lo hacen mi vida. Se que cuando escribo estas palabras lo hago desde el pasado, desde algo que me llevo a la locura, desde algo que inicio mi alma y la encadeno a algo que no controlo. Siento que mis palabras sean mas tardias que tempranas, pero el miedo me hizo que ellas se quedaran conmigo hasta que al mirar mis ojos perdiera ese miedo.
Buenos días mi princesa, buenos días mi vida no son mas que horas las que pasaron desde que tu belleza inundaron de nuevo estos ojos que enloquecen con cada mirada a tu persona. Pensando en que mi vida a tu lado es un sueño, un sueño eterno del que nunca quiero despertar, del que al abrir estos ojos ver ese amanecer que solo tu puedes darme. Pensando en la suerte que he tenido de conocer a la mujer mas maravillosa del mundo, con la que soñar despierto es posible, ver un futuro mejor. Eres ese rayo de esperanza al que unirse, con el que poder compartir un mañana, con la que pasear por esos sueños, que antes solo eran eso sueños. Eres esa mujer que un día se cruzo en mi camino, que encendió esta chisca que unos llaman amor, que otros locura y a la que yo llamo vida. Gracias por hacerme creer que los sueños se pueden cumplir, te amo.
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